La joven descubrió en abril que todos sus ahorros de ocho años de trabajo, que quería destinar a financiar sus estudios de postgrado en el extranjero y guardaba en una caja metálica, habían sido consumidos por los insectos.
La joven envió los restos de los billetes a la Policía para ver si se podía recuperar el dinero, y los agentes intentaron recomponerlos, pero no tuvieron mucho éxito.
No obstante, el Banco de Taiwán se apiadó de la joven y aceptó cambiar 26 mil dólares taiwaneses de los dañados.
La policía ha aprovechado el caso para alertar sobre el peligro de tener en casa excesivo dinero en efectivo en lugar de confiarlo a los bancos.