Aunque no tengamos la culpa de ello, cuando creen que sí pasan cosas tan bochornosas como la que la que le ha ocurrido a una joven llamada Jenna Vecchio cuando estaba en un gimnasio de Canadá. Resulta que la dirección del centro se acercó a ella para pedirle que se tapara más o que se fuera porque estaba distrayendo al personal.
Muchos de los que estaban en el gimnasio se estaban sintiendo incómodos, no se concentraban y hubo tantas quejas que tuvieron que hablar con la chica.
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