Durante años la literatura fantástica, el cine y la televisión han logrado convencernos de que las brujas son mujeres con verrugas, una nariz grande y que vuelan en escobas. Aunque en su gran mayoría todo eso es ficción, el mito de que vuelan usando escobas tiene que ver con las alucinaciones.
En realidad tiene sus bases en el siglo XIV, época en la que la investigación de una mujer acusada de brujería llevó a los médicos de entonces a entender un poco más el verdadero origen de esos mundos de fantasía, señala el portal Gizmodo.
Lo primero que debemos recordar es que las mujeres a las que la iglesia y las autoridades tildaban de “brujas” en realidad no eran más que mujeres que experimentaban con plantas medicinales y buscaban significados de la naturaleza más allá de lo que decían las religiones de la época. Eran consideradas diabólicas, pecadoras y malvadas.
Pero las mal llamadas “brujas” experimentaban con plantas medicinales buscando calmar sus propios dolores y ayudar a otras mujeres, aunque estaba penado por ley y por la iglesia, por lo que lo hacían en secreto.
¿Qué tienen que ver las escobas con todo esto?
Muchas mujeres que se dedicaban a la exploración de plantas medicinales confesaron que algunos efectos se traducían en adormecimiento del cuerpo y alucinaciones intensas.
Aunque prácticamente estaban casi dormidas, en su mente se veían “volando sobre montañas y praderas, sobre la naturaleza”.
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