Alrededor de 50.000 dólares en un total de 110 operaciones es lo que, hasta ahora, lleva invertidos Vinny Ohh, un joven de 22 años nacido en Los Ángeles, California, para transformarse en el primer “sin género” extraterrestre. Vinny concedió una entrevista al británico Daily Mail, periódico al que confesó que desde pequeño no se sentía ni hombre ni mujer, sino “un alien”.
A los 17 comenzó con las operaciones estéticas. Primero, se retocó los labios. Después vinieron dos rinoplastias, múltiples operaciones en las mejillas y hasta rellenos óseos en la frente.
“Quiero ser un alienígena asexual. Quiero reflejar por fuera cómo me siento por dentro. La imagen general que quiero es la de un alienígena. Quiero ser un híbrido, ni un hombre ni una mujer”, explica Vinny Ohh en dicha entrevista.
Luego, “he querido ser sexless (asexuado) y genderless (de género neutro, ni hombre ni mujer) desde que tenía 17 años. He ido a los médicos para ver si es posible, pero no hubo suerte. No me di por vencido. Ahora quiero ser un marciano”, refuerza su posición ante el Daily Mail.
Su idea está siendo objeto de todo tipo de burlas, incluso de periódicos serios en el mundo. “Después de verlo solo cabe una reflexión: ya no falta más nadie en la mesa de los ridículos”, escribe Gustavo Londeix para Clarín de Buenos Aires.
Pero, al parecer, el extraño muchacho tiene quien lo aliente en su locura. Su próximo paso es aparecer en el show de televisión “The Plastic of Hollywood”, un programa que contará con la participación de adictos a la cirugía plástica.
El mismo Clarín cita a Marcella Iglesias, productora y presentadora del show: “Vinny es una nueva generación alienígena. De gente nueva que quiere verse diferente. En quince años, cientos de personas querrán parecerse a él”.
Por lo pronto, Vinny trata de convencer al mundo de que lo suyo es de lo más normal: “Me veo como un marciano; tengo una cabeza muy grande, sin cejas y me acabo de conectar con eso. Cuando la gente me pregunta, le digo que soy un desorden extraterrestre, caliente, auto obsesionado; ese es mi lema”.
A propósito, se ha puesto lentes de contacto ennegrecidas y tintes para ser más parecido a lo que busca ser: un “sin género”.
Pero como nada es suficiente, se apresta a dar un paso más grande todavía. Piensa invertir cerca de 150 mil dólares para quitarse los genitales, los pezones y el ombligo.
Su lista podría ser larga, en realidad: reajuste de frente; fijación de oído; rinoplastia; revisión de párpado; implantes mandibulares y de mejillas…•
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